A lo largo del tiempo nuestra experiencia nos ha hecho entender que una gran cantidad de personas tienen cierta fobia y aversión a las impresoras, que en muchas ocasiones nos dejan tirados y dejan de funcionar en el peor momento. No obstante, el temor a la tinta se puede vencer si sigues algunos consejos que te daremos a continuación. En este post te enseñaremos cómo ser un pro de las impresoras y solucionar cualquier problema que se te ponga por delante.
¿Cómo podemos conseguirlo?
Cuando ocurre un problema en tu impresora lo primero que debes hacer es calmarte, adoptar una actitud positiva. Y pensar que tienes dos opciones: solucionar el problema o llamar a nuestro servicio técnico. Si el resultado es una impresora que funciona ambas opciones son válidas. Antes de utilizar la impresora debemos asegurarnos de que está bien conectada. La mayoría de los problemas a la hora de usar la impresora se deben a que no está bien conectada al enchufe o al dispositivo desde el cual queremos mandar la orden de imprimir. Cuando enciendas la impresora, si está correctamente conectada, es muy probable que te aparezca un aviso de que está en funcionamiento y bien conectada. Si esto no ocurre, probablemente algo esté mal conectado.
En caso de que la impresora sea inalámbrica, lo más conveniente será comprobar que la conexión Wi-Fi funcione correctamente y ambos dispositivos estén conectados. Si la impresora no funciona adecuadamente lo mejor será apagarla y volver a encenderla después de unos minutos. Puede parecer, a priori, una solución demasiado simple, sin embargo, en muchas ocasiones es lo único que necesitas para que la impresora vuelva a funcionar. También podemos probar a reiniciar el ordenador, ya que, de esta manera, al reiniciar ambos dispositivos puede que el periférico se detecte correctamente. Si utilizamos un dispositivo controlador para imprimir podemos reiniciarlo o revisar la página de soporte en la que encontraremos instrucciones del fabricante
Para solucionar los problemas que te da la impresora puedes intentar también volver a instalarla. Para ello antes deberíamos eliminar la impresora que previamente hemos instalado en nuestro ordenador y seguidamente volver a instalarla. No obstante, en muchas ocasiones, lo único que necesita tu impresora es un buen mantenimiento. Para realizarlo puedes contar con nuestro equipo o hacerlo tú mismo. Limpiar los cabezales y alinearlos es el primer paso para un buen mantenimiento. Esta limpieza puede hacerse una vez al mes, por ejemplo, ya que es muy sencilla y solamente tardaremos unos minutos en hacerlo.
Alinear bien los cabezales no siempre es una tarea sencilla, por lo que, en muchas ocasiones necesitarás acudir a un profesional. En muchos casos actualizar el driver de Windows puede ser también una buena opción. Para ayudar que el servicio de impresión funcione correctamente y de forma más fluida podemos vaciar también la cola de impresión, ya que de esta manera podremos conseguir que la impresora funcione más rápido. Si hay algo con lo que nos puede ayudar Windows cuando tenemos problemas es ejecutar del solucionador de problemas. Para ello vamos a “Configuración” y en el buscador escribimos “Impresora”.