La pandemia nos ha cambiado la vida, sin lugar a dudas. Con la pandemia han surgido nuevos hábitos de vida y nuevas formas de contratación, de proteger al consumidor. Por este motivo ha habido una gran cantidad de modificaciones en el panorama del Consumidor y Usuario, es decir, una nueva Ley General para la Defensa de Consumidores y Usuarios ha surgido con la finalidad de garantizar la seguridad de estos y de los productos que adquieren, así como la obligatoriedad de disponibilidad de repuestos. En este post te hablaremos sobre los cambios de esta nueva ley, sin embargo, antes de explicarte las modificaciones, debes saber que estas se rigen por la directiva europea, con la finalidad de fomentar la sostenibilidad y reducir la tendencia que el ser humano tiene de “usar y tirar”.
El ser humano tiene una clara tendencia hacia el consumismo y esto se debe en parte a las estrategias de marketing que han regido la economía durante los últimos años. Una de las bases del marketing es la obsolescencia programada cuando se trata de los dispositivos electrónicos. Pero con el paso del tiempo esta tendencia de consumo ha llevado a un mundo contaminado, a un uso de los recursos que se resume, cada vez más, en explotación y exceso. La tendencia de “usar y tirar” ha llegado a ser muy perjudicial para nuestras vidas y para la salud del planeta y el medio ambiente. Por este motivo se ha establecido una nueva Ley de Garantías 2022, en la que se amplía el plazo de garantía obligatoria que tienen los consumidores y usuarios una vez adquieren un producto.
Ampliación del plazo a 3 años
Si normalmente el plazo de garantía ha sido hasta ahora de un año, la nueva Ley de Garantías 2022 ha ampliado este plazo a 3 años, una medida aplicable a todos los productos que se han vendido desde el principio de este año, es decir, desde el 1 de enero de 2022. Pero esta ley solo se aplica a particulares, no a profesionales, puesto que el uso profesional tiene un nivel de protección diferente. El repuesto de piezas también ha conseguido un plazo ampliado con esta nueva ley. Si anteriormente el plazo para pedir repuestos de piezas de dispositivos era de 5 años, ahora el plazo se amplía hasta 10 años. Es una medida para aumentar la vida útil de los productos y reducir el uso indebido de los recursos, fomentar la sostenibilidad, la economía circular, la reparabilidad, etc.
Esta nueva ley es todo un reto y un cambio radical positivo para el medio ambiente. Aunque esta ley, a priori, no signifique un gran cambio de corto plazo, a largo plazo el planeta lo agradecerá. Por supuesto, siempre hay pros y contras en todo y en este caso, el contra es que las empresas fabricantes de dispositivos podrían experimentar un aumento de costes y una disminución de ventas. El desperdicio de piezas también es un tema que genera algo de preocupación, puesto que las empresas se ven obligadas a producir durante más tiempo ciertas piezas que son necesarias para el repuesto.